Aunque oficialmente mi andadura por la vocalía de Cultura del Club Figueroa comienza en diciembre de 1997, con anterioridad ya colaboraba en diversas actividades de esta vocalía y de otras como la de deporte.
Durante años formé parte de la plantilla de Entrenadores y Delegados de Campo de la sección de fútbol del Club en distintas categorías de fútbol base. Así mismo, colaboré en diversas actividades del Club Juvenil Figueroa, asesorando en la creación y puesta en marcha de un macroconciento de música alternativa local y un camponato de Futbol Sala en memoria de Miguel Angel Aillon (soldado del ejercito español fallecido en el único atentado perpetrado por la banda terrorista ETA en Córdoba) y que desde entonces se celebra todos los años durante el mes de agosto.
Mi inquietud por formar parte de la Directiva del Club Figueroa comenzó varios años antes, ante la falta de actividades culturales y la desidia y dejadez que se percibía en la acción de la directiva que estaba en activo en aquellos momentos.
Mi objetivo desde un primer momento fue la recuperación de actividades que a lo largo de los años habían desaparecido y la creación de otras nuevas que devolvieran al Club Figueroa el esplendor y la fama que había tenido en el pasado.
Desde un primer momento me esforcé por hacer partícipes de la vida del club a las distintas entidades sociales que actúan en el barrio (Asociación de Vecinos, Residencia de Ancianos, Centro de Mayores, Centros educativos y otras asociaciones culturales).
En definitiva, reavivar la vida social, cultural y deportiva del Club Figueroa y de la Barriada del Parque Figueroa y llenar de cultura la vida de los socios y habitantes del mismo. Modestamente, intenté poner un pequeño grano de arena para mejorar la vida de quienes se acercaban al Club y a nuestro querido Barrio. Juzguen ustedes si lo conseguimos.